miércoles, 29 de abril de 2009

Mol leoprad


la_isla_desconocida



La búsqueda de la isla desconocida es un momento en que los poderosos dicen que ya no hay islas desconocidas se convierte así en una aventura simbólica, heroica y maravillosa.


El cuento básicamente esta lleno de símbolos que subvierten la jerarquía, por ejemplo, el símbolo central de la primera parte son las puertas. La puerta de los obsequios, donde está instalado el rey, y la de las peticiones, que nunca quiere atender personalmente, son las dos primeras; también las dos sillas -el trono por un lado y la humilde banqueta de la mujer de la limpieza por otro- repiten como en un espejo la oposición básica de la novela. Así, el hecho de que el rey tenga que sentarse en la silla de paja funciona como principio de esperanza donde de nuevo, se rompe la jerarquía.


El escritor combina lo que se podría pensar que se trata de un cuento de hadas, por los elementos narrativos: : un rey, un palacio, puertas y peticiones, islas desconocidas; sin embargo, decide tomar como protagonista a una mujer de la limpieza que a una princesa.


Complicada labor es convocar a una tripulación que se sentiría más cómoda viajando por aquellas islas que constan en mapas y no en dirección a aquellas de dudosa existencia, en el cuento es la mujer que hacía limpieza en el palacio la que compra ese sueño insular, opta por salir de los reales salones empleando la puerta de las decisiones, con la firme intención de no volverla a usar nunca más para un regreso. El sueño de La Isla Desconocida se transforma en el único destino posible.


Así el jóven que tanto pide el barco y la mujer de la limpieza se convierten en una pareja de viajeros que puede ser calificada como de valientes, irresponsables, soñadores, o dementes, según la perspectiva y los referentes de cada lector, pues como saber si existe tal isla desconocida si es desconocida¡¡.


El sólo hecho de nombrar la embarcación como "La Isla Desconocida" y emprender entonces la búsqueda de ella misma, es esa isla flotante construida para la esperanza, el encuentro y el amor, hace que cualquiera de nosotros deseara estar ante el rey para hacer la personal petición: "deme un barco, señor".


Recomiendo ampliamente este libro, aquí les dejo el link: http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/por/saramago/cuentode.htm

para leerlo en línea, es corto.


Saramago propone tan sólo como posibilidad que tal vez el viaje -más que el destino- es a fin de cuentas el camino a la felicidad. El sueño es lo importante, más que despertar.



De la desición a la puerta de las desiciones, de la puerta de las desiciones al muelle, del muelle al barco, del barco al mar...y del mar...¿a dónde?...VIJAS CONMIGO ??

aYuDaMe a cOnStRuIr uN bArCo


...La persistencia de la memoria...


La persistencia de la memoria...

Cuenta el propio pintor en La vida secreta de Salvador Dalí que una noche, tras cenar queso de Camembert, se puso a meditar sobre los "problemas filosóficos" de la materias dura y blanda. Este pensamiento le llevó hasta un cuadro inacabado de un paisaje de Portlligat presidido por un olivo seco, rocas y un atardecer melancólico. Entonces surgió la inspiración: añadió los relojes blandos, que se deshacen quizás cansados de marcar la misma hora, y surgió La persistencia de la memoria, icono del surrealismo y obra capital del pintor. Pintada en 1931 por un joven Dalí de 27 años.
He quedado fascinada con esta gran obra, se ha visto reproducida tantas veces que la habíamos construido más grande en nuestro pensamiento, la habíamos magnificado,siendo que el óleo sorprende por su pequeño formato (24 por 33 centímetros) y por la emoción pura que logra transmitir.
Lo que resulta difícil, o acaso de definir en esta tela es la extraña figura del centro, sobre la que el blando reloj reposa, puede discutirse si se trata de un ser viviente que ha perdido la patas, o una piel, o algo que parece una cara, sin embargo, interpretándola puede definirse claramente: es algo desinflado, exhausto, interte y flácido, algo que no podia moverse más y quedo varado en las rocas.
Los tres relojes tienen una expresión similar de elasticidad y fluidez gomosa, esto contrasta con la dureza metálica del cuarto reloj, el efecto que tiene de pesada inercia es aumentado por la multitud de atareadas hormigas, que deboran el tiempo goteante como miel.
Aquí reina una quietud absoluta; luz y sombra parecen arrastrarse lentamente; si algo se mueve en la clara pintura lo hace perezosa, viscosamente, dejando un rastro.
El ambiente se opone a todo elemento que corra, se arrastre o fluya, mientras todos los mecanismos de tiempo se ven goteando.
Me halló aquí, frente al tiempo personal, que, a diferencia del tiempo mensurable, cada quien puede dilatar o contraer según sus deseos, y así he hecho con cada momento que estuve a tu lado, el recuerdo que arrastro conmigo pertenece a un tiempo donde el tiempo del reloj no es válido, apesar de las atareadas hormigas que tratan de devorarlo, sigues aquí, en la persistecia de mi memoria...